Deliciosa velada desde el comienzo hasta el final. Nozomi Sushi Bar no es un lugar cualquiera es, como su nombre promete, «la ilusión de un sueño cumplido» y Nozomi cumple lo que promete.
Nos dejamos aconsejar en un menú degustación con la amable atención de su personal de sala. Para abrir boca comenzaba con una rica verdura en tempura y cerveza japonesa «Kirin» de barril. Mientras decidíamos el vino para regar la cena llegaron un tartar de salmón y otro tartar de atún rojo y de ahí al cielo.
A continuación llegaron los usuzukuri de dorada y usuzukuri de vieira, increíbles. Y después una sucesión de nigiri frescos y braseados sabrosos y sorprendentes, el nigiri de pez mantequilla con trufa negra nos gustó especialmente, uramakis y un temaki especial.
Todo ello acompañado de un vino blanco muy acertado: Nos decantamos por el «Cullerot» de «El Celler de Roure». La gula y la curiosidad a partes iguales nos hizo pedir un nigiri braseado de toro y luego vino el postre…
Compartimos una botella de umeshu «Takara» con tiramisú de té verde, crema de jengibre y helado de té verde.
Expectativas sobradamente cumplidas y una sensación muy agradable, tanto por los manjares, como por el ambiente, el trato recibido y por supuesto por la compañía 😉